martes, 5 de abril de 2011


Había tenido a estas alturas de mi vida un cupo más que razonable de experiencias cercanas a la muerte, aunque  desde luego no es algo a lo que uno pueda llegar a acostumbrarse.
Parecía extrañamente inevitable el que sufriera otro nuevo enfrentamiento con la muerte, daba  la impresión de que estaba marcada por el desastre .Había escapado una y otra vez, cierto,
pero continuaba viniendo por mi.
Sin embargo, que  distinta era esta vez respecto de las otras.
Puedes huir de alguien a quien temes, puedes  intentar luchar contra alguien a quien odias.
Todas mis reacciones se orientaba hacia esa clase de asesinos, tanto  como monstruos como enemigos.
Te quedas sin opciones cuando amas a tu potencial asesino.
¿Acaso es posible huir o luchas si eso causa un grave perjuicio a quien quieres?
Si la vida es cuanto puedes darle y de verdad le amas por encima de todo.
¿Por qué no entregársela?


Amanecer-bella swan